Aunque en épocas pasadas era un típico habitante de los pastizales naturales de Argentina, hoy es uno de los mamíferos nativos más amenazados del país.
Publicado: 13.09.2009 por Norberto A. Nigro
En el pasado, el venado de las pampas (Ozotoceros bezoarticus) o guasú-ti (“venado blanco” en guaraní) era uno de los mamíferos más abundantes y característicos de los pastizales naturales abiertos del norte y centro de Argentina. En efecto, hasta el siglo XIX era posible ver venados en prácticamente toda la pampa húmeda argentina y uruguaya y en cantidades tales que nada hacia presagiar un presente y un futuro tan inciertos. Esa abundancia quedó patentada en distintas manifestaciones culturales, como pinturas de la época que muestran campos surcados por una enorme cantidad de venados, topónimos que nos recuerdan dónde abundó este animal: la isla Gama (así se llama a la hembra de esta especie), por ejemplo, cercana al Puerto San o la misma capital “puntana”: San Luis de la Punta de los Venados o como protagonista de algunos dichos del gauchaje: “Andás jediendo a venao” o “andaba venado” (en ayunas), que incluso han llegado hasta nuestros días, aún cuando quienes los usan desconozcan su origen y significado.
Declarado Monumento Natural en Corrientes (lo que le otorga protección legal así como a su hábitat), dicha declaración no ha pasado del terreno de las buenas intenciones, pues no se han asignado recursos administrativos, humanos o logísticos para su aplicación. Hoy en Corrientes los venados solo cuentan con la única protección que le brindan algunos estancieros de los campos privados donde viven estos animales. Son ellos los que, de acuerdo a criterios y voluntades personales generalmente ajenas a la intención de conservar la especie, autorizan o no la cacería de los venados en sus tierras, el tipo de manejo de fuego, el tamaño y estructura de sus potreros, la transformación o no de sus campos en forestaciones, el número y uso de perros -que habitualmente predan a la especie- en sus tierras, e incluso la autorización para que investigadores accedan a las áreas habitadas por la especie. Ante la ausencia del Estado, son particulares los que deciden sobre el destino de un bien público protegido como lo es el venado de las pampas. Ha llegado la hora que gobiernos, científicos, entidades conservacionistas y la sociedad en general, mancomunemos esfuerzos y nos decidamos a actuar en serio, si queremos evitar la desaparición de uno de los habitantes más carismáticos de Argentina
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ResponderEliminarESTE TIPO DE ANIMALES NO SOLO SE ESTAN EXTINGUIENDO EN ARGENTINA SI NO SE ESTAN EXTIGUIENDO EN TODO EL MUNDO DONDE ABUNDAN ESTAS ESPECIES PERO ESTO ES GRACIAS A QUE EL HOMBRE LO ESTA EXTINGUIENDO POR QUE SOLO LO VEN COMO UN DEPORTE DE CAZA O LOS USAN PARA NEGOCIO SIN DARSE CUENTA QUE EN LUGAR DE DIVERTIRSE LOS ESTA EXTERMINANDO Y QUE PARA LAS PRXIMAS GENERACIONES NO PODRAN DISFRUTAR DE ESTAS MARAVILLAS QUE LA NATURALEZA NOS BRINDA POR ESO ES TIEMPO DE QUE ACTUEMOS Y RESCATEMOS A ESTAS ESPECIES
ResponderEliminarE.GUTIERREZ- UNACHPALENQUE