CUIDADOS DE LOS HAMSTERS
Los hámsters pertenecen a la familia Mesocricetus. El tipo más común como mascota es el hámster Sirio, pero en la actualidad está aumentando el número de hámsters enanos en los hogares.
Los hámsters Sirios son los más grandes de todos, es mejor tenerlos de a uno por jaula porque son muy territoriales y se pelean mucho, incluso hasta matarse. Los enanos son el hámster Ruso, el Roborovsky y el de Campbell; son mucho más sociables y, si se crían juntos desde pequeños, pueden convivir con otro de su misma especie. No aceptan bien la introducción de otro congénere cuando son adultos. Por último se encuentran los hámsters Chinos, que son de tamaño similar a los enanos, pueden llevarse bien con otro, pero esto no siempre ocurre. Nunca deben tenerse en una misma jaula hámsters de dos especies distintas.
Los cuidados básicos de todos los tipos de hámsters son iguales. Lo primero es elegir uno que sea sano. Para ello debes empezar por mirar su estado general; debe ser activo, alerta y curioso. Como son de hábitos nocturnos puede que estén durmiendo cuando vayas a la tienda a escogerlos, pero de todos modos deben responder rápidamente al despertarlos (ten cuidado, pues pueden morderte si intentas tomarlos). El pelo debe ser brilloso y suave, los ojos y nariz, sin secreciones evidentes. Debe respirar sin esfuerzo y no debe tener la zona alrededor del ano húmeda ni sucia con deposiciones. Si alguno de los hámsters de la jaula no cumple con estas dos últimas condiciones, ten cuidado pues todos los que estén con él pueden haber estado expuestos a un agente infeccioso.
Hábitat: hay tres tipos disponibles, los de reja metálica, los acuarios de vidrio y los módulos plásticos. Las de metal son muy aceptables, sobre todo si las varillas son horizontales, pues esto les permite trepar; evita las que tienen el piso enrejado que son incómodas para el hámster y más difíciles de limpiar. Los acuarios son apropiados para los hámsters enanos, pero no permiten una buena ventilación; hay que ponerles una tapa de malla para evitar escapes. Los módulos plásticos son muy atractivos y les permiten hacer mucho ejercicio, pero no están bien ventilados y pueden ser difíciles de limpiar. Los hámsters Sirios pueden ser demasiado grandes para los túneles. Es importante elegir bien el lugar donde poner la jaula. Debe ser un sitio tranquilo para que descansen durante el día, pero no tan aislado así pueden interactuar contigo al atardecer, cuando se despiertan. No debe estar sobre el suelo ni donde haya corrientes de aire o demasiada calefacción.
Substrato: lo más habitual es usar viruta de madera. Si puedes consigue una de madera dura, pues las de pino o cedro emiten aceites volátiles que pueden ser irritantes. Si usas estos la jaula tiene que ser bien abierta y ventilada. Existen otras alternativas en las tiendas, como productos hechos a base de heno, de papel, pulpa de madera, papel y cartón reciclados. Cualquiera que escojas debe ser absorbente y no despedir polvillo, que puede afectar el sistema respiratorio de los hámsters. Coloca una buena cantidad de viruta en el fondo de la jaula para que puedan escarbar y meterse si quieren.
Accesorios: necesitarás una casita, que puede ser comprada o fabricada en casa. Dale un material blando y suave para anidar. Puede ser papel tisú o un trozo de tela. Cámbialo cada vez que sea necesario. También habrá que proveerle algo para roer y masticar y una rueda u otro implemento para ejercitarse. Para que se divierta coloca juguetes en la jaula, como túneles de cartón, ramas para trepar, cubos donde esconderse y todo lo que te parezca que pueda interesarle.
Para el agua lo más recomendable es una botella con pico de bolita, así se evita que se contamine. Puedes también usar un recipiente pesado, que no pueda volcar, y deberás renovar el agua todos los días.
Alimentación: la base de la dieta debe ser un pienso comercial y/o una mezcla de semillas. Para evitar que escoja solo lo que le agrada y deje el resto, es mejor darle solo pequeñas porciones diariamente y dejar que coma casi todo antes de agregarle más. Además puedes proporcionarle algunas frutas y verduras frescas, semillas de girasol o maní en pequeñas cantidades. Ocasionalmente puedes darle algún gusano o grillo y heno para masticar. Evita totalmente los frijoles crudos, tomates, ajo, cebolla, chocolate, cualquier comida chatarra, con sal o con azúcar.
Los hámsters tienden a morder cuando se los agarra, por eso es importante acostumbrarlos al manoseo desde pequeños. Así perderán el miedo y ya no intentarán defenderse. Si tienes niños, enséñales como tomarlo sin lastimarle y, sobre todo, vigila que no se caiga mientras lo tienen en sus manitas porque pueden resultar seriamente lastimados.
http://www.mascotas/
lunes, 8 de marzo de 2010
CUIDADOS DE LOS HAMSTERS
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